El martes se celebró el Consejo de Seguridad de Villaverde, donde Policía Nacional, Policía Municipal, Delegación de Gobierno, el equipo de Gobierno e incluso las asociaciones reconocieron y celebraron las mejoras recogidas en los datos estadísticos. Aún así, problemas como botellón, cogoteros, prostitución o robos en vehículos siguen preocupando a los vecinos .
Cuando la estadística refleja que los delitos han descendido, los vecinos tiran de las sensaciones que no se pueden medir en tantos por ciento, de la seguridad o la inseguridad, del miedo o la tranquilidad que tienen al pasear por su barrio. Algo así se vio en el Consejo de Seguridad de Villaverde del 2 de febrero, sobre el segundo semestre de 2009.
Con Policía Nacional, Policía Municipal y Delegación de Gobierno satisfechos por los resultados –menos delitos y faltas, descenso de las agresiones y de las intervenciones que tienen que ver con el patrimonio– coinciden en que es el momento de trabajar en materia de prevención. “La eficacia ha subido un 20 por ciento”, aseguraban desde Policía Nacional.
Entre los representantes de las asociaciones de vecinos, que también reconocieron los buenos resultados de la colaboración entre cuerpos, se escucharon las palabras botellón, menudeo, ruidos, quema de contenedores, ocupación de viviendas, cogoteros, robos en el interior de vehículos o prostitución.
“Ahora vivo en la zona residencial de Villaverde –aseguraba Prado de la Mata, de la asociación de vecinos de San Cristóbal– porque la atención al ciudadano ha dado resultados”. Pero pidió que no se bajara la guardia en asuntos como robos a los mayores cuando van a cobrar la pensión al banco, hogueras en la calle de Burjasot y la plaza de los Pinazo y la ocupación de viviendas. “Nos preocupa volver a lo que teníamos hace años”.
La situación contraria la describieron desde la asociación de vecinos de El Espinillo. “Estamos observando que no hay tanta tranquilidad, hay dos focos de droga, un aumento importante del vandalismo y han quemado contenedores que estaban a menos de cinco metros de una ventana”, explicó Ángel Pozas, que añadió los problemas de tráfico a la lista, sobre todo en la carretera de Villaverde a Vallecas.
Un viejo conocido es ya el problema de la prostitución en Marconi, donde la portavoz de la asociación de vecinos pidió persuasión para alejarlas de las viviendas.
El botellón llegó de la mano de la asociación de comerciantes y de la asociación de vecinos Los Rosales, que se quejaron del consumo de alcohol en lugares “cercanos a las tiendas de chinos”, la primera, y de botellón y menudeo junto al centro de educación de adultos de Los Rosales, la segunda.
Todos recibieron buenas intenciones de la policía, que aseguraron que contra la inseguridad subjetiva “aumentamos la presencia policial”.
Con Policía Nacional, Policía Municipal y Delegación de Gobierno satisfechos por los resultados –menos delitos y faltas, descenso de las agresiones y de las intervenciones que tienen que ver con el patrimonio– coinciden en que es el momento de trabajar en materia de prevención. “La eficacia ha subido un 20 por ciento”, aseguraban desde Policía Nacional.
Entre los representantes de las asociaciones de vecinos, que también reconocieron los buenos resultados de la colaboración entre cuerpos, se escucharon las palabras botellón, menudeo, ruidos, quema de contenedores, ocupación de viviendas, cogoteros, robos en el interior de vehículos o prostitución.
“Ahora vivo en la zona residencial de Villaverde –aseguraba Prado de la Mata, de la asociación de vecinos de San Cristóbal– porque la atención al ciudadano ha dado resultados”. Pero pidió que no se bajara la guardia en asuntos como robos a los mayores cuando van a cobrar la pensión al banco, hogueras en la calle de Burjasot y la plaza de los Pinazo y la ocupación de viviendas. “Nos preocupa volver a lo que teníamos hace años”.
La situación contraria la describieron desde la asociación de vecinos de El Espinillo. “Estamos observando que no hay tanta tranquilidad, hay dos focos de droga, un aumento importante del vandalismo y han quemado contenedores que estaban a menos de cinco metros de una ventana”, explicó Ángel Pozas, que añadió los problemas de tráfico a la lista, sobre todo en la carretera de Villaverde a Vallecas.
Un viejo conocido es ya el problema de la prostitución en Marconi, donde la portavoz de la asociación de vecinos pidió persuasión para alejarlas de las viviendas.
El botellón llegó de la mano de la asociación de comerciantes y de la asociación de vecinos Los Rosales, que se quejaron del consumo de alcohol en lugares “cercanos a las tiendas de chinos”, la primera, y de botellón y menudeo junto al centro de educación de adultos de Los Rosales, la segunda.
Todos recibieron buenas intenciones de la policía, que aseguraron que contra la inseguridad subjetiva “aumentamos la presencia policial”.
Fuente: Gaceta Locales
