Por eso, no es de extrañar que Manuela Carmena, que mañana miércoles visitará Villaverde en el marco de la iniciativa “Un mes, un distrito” se tope con el enfado de numerosos vecinos y vecinas, especialmente en aquellos barrios más desfavorecidos como San Cristóbal de los Ángeles, Los Rosales o Villaverde Alto.
Lugares donde este verano, y la tendencia sigue al alza, se han incrementado los robos en domicilios, las ocupaciones de vivienda de carácter mafioso, el tráfico de droga y actos vandálicos como la quema de vehículos. En la época estival también aumentaron las denuncias vecinales contra bares y locales de ocio nocturno por incumplir todo tipo de ordenanzas municipales en lugares especialmente afectados de Los Rosales y San Cristóbal. En este último barrio la asociación vecinal ha iniciado una campaña de recogida de firmas para lograr la clausura de uno de los establecimientos.
Todo esto ha provocado un preocupante deterioro de la convivencia en algunas calles y plazas y el hartazgo de la población, un marco en el que las asociaciones vecinales están promoviendo el diálogo con las instituciones para avanzar en soluciones reales. Pero todo tiene un límite, y un año es tiempo más que suficiente para que las administraciones se tomen el problema con el interés que merece.
Hay que recordar que, atendiendo la petición del movimiento vecinal, el pasado 22 de diciembre el viceconsejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, se reunió con una delegación ciudadana, y la alcaldesa de la capital hizo lo propio el 14 de febrero. A la segunda cita acudió también el concejal presidente de Villaverde, Guillermo Zapata, y en ambas se abordó el contenido del documento de las 200 medidas. Hasta la fecha, la demanda de mantener un encuentro similar con la Delegación de Gobierno ni siquiera ha obtenido respuesta.
Tanto el Ayuntamiento como el Gobierno regional recogieron las “200 medidas” con interés, pero nada más. Y ya es hora de que hagan algo de verdad, con objeto de que los habitantes de Villaverde dejen de sentirse, de ser, ciudadanos de segunda.
Una de las peticiones más urgentes del movimiento ciudadano es la creación de una comisaría de Policía Nacional en el distrito, pues resulta inaudito que, a pesar de ser uno de los distritos con mayor vulnerabilidad social, dependa de la comisaría situada en Usera.
Según el dossier elaborado por el propio Ayuntamiento para su Fondo de Reequilibrio Territorial, San Cristóbal de los Ángeles ostenta el dudoso honor de ser el primero en el ranking de barrios vulnerables de la capital, con un índice de 34,5. Por detrás se sitúa Los Rosales, con un 33,5, que aparece como segundo barrio más vulnerable; y San Andrés, con un 32, en cuarta posición tras Entrevías (Puente de Vallecas). Los tres son barrios de Villaverde.
Para obtener el índice de vulnerabilidad urbana, el Consistorio cruza datos de población, estatus socioeconómico, actividad económica, desarrollo urbano y necesidades asistenciales.
Lugares donde este verano, y la tendencia sigue al alza, se han incrementado los robos en domicilios, las ocupaciones de vivienda de carácter mafioso, el tráfico de droga y actos vandálicos como la quema de vehículos. En la época estival también aumentaron las denuncias vecinales contra bares y locales de ocio nocturno por incumplir todo tipo de ordenanzas municipales en lugares especialmente afectados de Los Rosales y San Cristóbal. En este último barrio la asociación vecinal ha iniciado una campaña de recogida de firmas para lograr la clausura de uno de los establecimientos.
Todo esto ha provocado un preocupante deterioro de la convivencia en algunas calles y plazas y el hartazgo de la población, un marco en el que las asociaciones vecinales están promoviendo el diálogo con las instituciones para avanzar en soluciones reales. Pero todo tiene un límite, y un año es tiempo más que suficiente para que las administraciones se tomen el problema con el interés que merece.
Hay que recordar que, atendiendo la petición del movimiento vecinal, el pasado 22 de diciembre el viceconsejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, se reunió con una delegación ciudadana, y la alcaldesa de la capital hizo lo propio el 14 de febrero. A la segunda cita acudió también el concejal presidente de Villaverde, Guillermo Zapata, y en ambas se abordó el contenido del documento de las 200 medidas. Hasta la fecha, la demanda de mantener un encuentro similar con la Delegación de Gobierno ni siquiera ha obtenido respuesta.
Tanto el Ayuntamiento como el Gobierno regional recogieron las “200 medidas” con interés, pero nada más. Y ya es hora de que hagan algo de verdad, con objeto de que los habitantes de Villaverde dejen de sentirse, de ser, ciudadanos de segunda.
Una de las peticiones más urgentes del movimiento ciudadano es la creación de una comisaría de Policía Nacional en el distrito, pues resulta inaudito que, a pesar de ser uno de los distritos con mayor vulnerabilidad social, dependa de la comisaría situada en Usera.
Según el dossier elaborado por el propio Ayuntamiento para su Fondo de Reequilibrio Territorial, San Cristóbal de los Ángeles ostenta el dudoso honor de ser el primero en el ranking de barrios vulnerables de la capital, con un índice de 34,5. Por detrás se sitúa Los Rosales, con un 33,5, que aparece como segundo barrio más vulnerable; y San Andrés, con un 32, en cuarta posición tras Entrevías (Puente de Vallecas). Los tres son barrios de Villaverde.
Para obtener el índice de vulnerabilidad urbana, el Consistorio cruza datos de población, estatus socioeconómico, actividad económica, desarrollo urbano y necesidades asistenciales.
Fuente: aavvmadrid.org