La Consejería de Educación madrileña abrió una investigación el mismo día de la muerte del pequeño que aún no ha dado por cerrada. En sus conclusiones preliminares, determinó que "no había indicios de que hubiera acoso escolar". No existía ninguna denuncia previa. También el colegio lo niega y asegura que tras los hechos hay otros asuntos y que ni el menor ni sus padres denunciaron que el chico había padecido un caso de bullying.
Sin embargo, la Policía mantiene las pesquisas para averiguar si el menor sufría una persecución en el centro e incluso la juez prohibió la incineración del niño. "De momento, seguimos investigando. Estamos ante un asunto muy sensible y hay motivos para pensar que el pequeño tuvo problemas en el centro escolar donde estudiaba", subrayaron fuentes policiales.
Varios padres y alumnos del centro han indicado a este periódico que el muchacho "recibía amenazas en el patio durante las horas de recreo" y que "el colegio pretende tapar el asunto".
Fue el pasado miércoles 14 de octubre cuando D. G. G., de 11 años e hijo único, decidió poner fin a su corta vida. Como cada día, su madre le despertó a las 7.15 de la mañana.
Aprovechando que su madre se duchaba el pequeño se dirigió a la cocina de la casa y saltó desde la ventana del lavadero por el patio interior del edificio, situado en el barrio de Zarzaquemada de Leganés. Los médicos del Summa ni siquiera pudieron reanimarle.
En el escritorio de su habitación la madre encontró una nota. En la misiva pedía, ante todo, perdón a sus padres por el daño que les iba a causar. Explicaba que no quería ir a colegio y que, cada vez que acudía, lo pasaba muy mal.
La carta fue requisada por los agentes del SAF (Servicio de Atención a la Familia) de la Policía Judicial de Leganés, que es quien investiga la muerte del menor.
El centro en el que estudiaba el niño es un colegio concertado dependiente de una institución religiosa. En el recinto escolar se negaron ayer a ofrecer información del caso y remitieron a la Consejería de Educación para cualquier tipo de dato. Varios profesores del colegio indicaron que "no había noticia" y que no hay ningún caso más de bullying.
'No sabemos qué pasaba en el recreo'
Sin embargo, algunos trabajadores del centro y varios alumnos sí explicaron que el estudiante había sufrido conflictos. "No sabemos qué pasaba en el recreo, pero había problemas y el chico tuvo alguna diferencia con algún compañero". "Otro estudiante tuvo problemas de acoso y los arregló. Esto que ha pasado no es la primera vez que ocurría con algún grupo de chicos del centro", explicó una persona que trabaja en el colegio.Fuentes de la Consejería confirman la existencia de un caso anterior. La Inspección Educativa de la Comunidad de Madrid actuó en este centro en 2013, tras una denuncia de los padres de un alumno. La Administración realizó una serie de recomendaciones al centro y "éste adoptó medidas disciplinarias contra el alumno que propició esta situación de acoso escolar", indicaron desde la Consejería.
En el caso del pequeño D. G. G., al día siguiente de su fallecimiento, el colegio entregó a cada alumno una carta en un sobre cerrado para que se la diesen a sus padres. "Se nos decía que había fallecido en su casa sin explicar lo que había pasado", señala un padre. "También se nos dijo que se había mandado a un equipo de psicólogos y especialistas para tratar con los compañeros del menor fallecido. Sabemos incluso que hay algún niño que salió llorando ese día del cole y que el fallecido en la clase aparentemente no tenía problemas".
Entre los progenitores que ayer acudieron al centro para recoger a sus hijos había versiones contradictorias: "Se comenta de todo. Hay versiones muy dispares de lo que ha podido pasar, pero está claro que algo ha ocurrido para que ese niño haya tomado esa decisión y pudo pasar aquí", puntualizó una madre.
"Este colegio tiene una gran fama y, desde luego, no es la primera vez que se comenta algún problema con algún chaval", agregó otra mujer.
En el barrio de Zarzaquemada, donde vivía el menor fallecido, todos los vecinos y amigos de los padres manejan una única versión. «La madre y el padre creen que ha tenido que ver claramente con lo sucedido en el colegio y así nos lo han dicho», dijo una vecina. «Al día siguiente, acudieron al tanatorio mucho profesores del centro y a la madre le dijeron que pasaba algo en el recreo. Que no era en clase», comentó otra allegada de la familia.
La Policía ha interrogado ya a los padres, que ayer no quisieron hacer ninguna manifestación sobre el desarrollo de las pesquisas. «Sólo sabemos que los agentes lo están investigando, no podemos decir nada más», señaló el padre del menor.
La Consejería de Educación defiende, por su parte, que «no hay constancia» de que se hubiera producido acoso escolar contra el fallecido. Fuentes oficiales de este Departamento explican que la Inspección se trasladó el día del suceso al colegio para recabar información sobre la situación del alumno. «Desde entonces, se han llevado a cabo entrevistas con los miembros de la dirección del centro, con todos los tutores y profesores del alumno y todos ellos han negado que el niño haya sufrido acoso en el colegio». «No había nada anormal en relación al niño o a su situación en el colegio», aseguran.
«Hasta el momento, nadie -ni la dirección del centro ni el personal que trabaja en él ni ninguna persona- ha denunciado ante la Inspección Educativa ni ante la Consejería la existencia de un presunto caso de acoso escolar a este alumno», recalcan. Y sostienen que la Inspección no ha cerrado el caso, que desde el primer día han «seguido en permanente contacto con el colegio» y que están «a total disposición de la investigación policial».
Tanto la Consejería como la Policía confirman que no había ninguna denuncia previa por acoso al menor. Sin embargo, la madre sí había notado que le pasaba algo raro e incluso le preguntó en varias ocasiones si tenía algún problema. El chico sólo le contestó diciendo que no quería ir al colegio. La Policía cree que el crío pudo escribir la carta la noche anterior de los hechos y que podría tener planeada con anterioridad su decisión.