
Una vez abierto el producto, no devuelven el importe. Tampoco se puede reclamar en ningún sitio, porque los chinos, al menos en los establecimientos de alimentación, no entregan ticket de compra.
El coste de los productos que no tienen precio marcado se dispara, según el capricho del vendedor. Así me ha ocurrido con un gazpacho por el que quisieron cobrarme 3,95 € y rebajaron 2,95 €, después de protestar.
¿Por qué se permiten tantas irregularidades en las tiendas de chinos?