La presidenta de la Comunidad de Madrid ha visitado hoy en Villaverde la comunidad de vecinos donde se ha instalado el ascensor número 1.000 gracias a las ayudas concedidas por el Gobierno regional, y adonde ayer decidió ir en Metro porque "para eso hemos construido uno fantástico".
Así lo anunció ayer Aguirre al comentar que la marcha de los alcaldes socialistas del sur de la región desde Getafe hacia el Ejecutivo regional iba a coincidir hoy en hora con su visita a Villaverde, tras lo que ironizó: "podríamos ir andando y cruzarnos con ellos", pero luego matizó que mejor iría en Metro.
Aguirre ha salido poco antes de mediodía de la sede el Gobierno regional, en la Puerta del Sol, acompañada por la consejera de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Ana Isabel Mariño y un numeroso séquito oficial.
Detrás corrían varios periodistas que no querían perderse el viaje de la presidenta en Metro, llamativo de por sí, y si durante el trayecto hablaría de la marcha de los alcaldes socialistas.
Nada más entrar en el Metro, Aguirre ha sido saludada por varias ciudadanas que han "alucinado" al ver a la presidenta en el suburbano, y ya en el andén se ha prestado encantada a hacerse fotos con varias personas.
Al entrar con toda la comitiva en el vagón, lo que ha causado revuelo y extrañeza entre los pasajeros, un hombre le ha cedido su asiento a Aguirre, que ha quedado entre un joven y una mujer a los que ha explicado el motivo de su visita a Villaverde.
Cuando estas personas se han bajado ha hecho nuevos compañeros de viaje, entre ellos un hombre que le ha contado los problemas que hay actualmente para encontrar trabajo.
Al bajarse en el metro de Ciudad de los Ángeles ha sido interceptada por dos mujeres que le han dado las gracias por llevar el Metro hasta este barrio "y por todo lo demás, como los jardines", a lo que Aguirre ha contestado dando las gracias y asegurando que iba a llamar a la delegada de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, Ana Botella, para "darle la enhorabuena".
Aguirre ha seguido cosechando elogios hasta en el mercadillo "de los jueves", que se ha encontrado de camino y allí ha comprado, entre otras cosas, una blusa blanca de algodón, muy veraniega, por dos euros, y unas fresas y un paquete de espárragos por 6,50 euros.
En algunos puestos han intentado invitarla, pero ella se ha negado y ha pagado lo estipulado.
Nuevos besos y abrazos al llegar al edificio cuyo ascensor iba a ver, salpicados de fotos con los vecinos.
Al final la presidenta se ha enfrentado a otra realidad: a las críticas de varios vecinos que, de lejos, le han gritado "Gürtel, Gürtel" así como "mentirosa y sinvergüenza", y la han abucheado y silbado.
La presidenta ha hecho oídos sordos y ha continuado su intervención ante los vecinos que la escuchaban y que, al oír las criticas contra la presidenta, han irrumpido en aplausos para ella y han gritado "presidenta, presidenta".
Cuando la presidenta ha abandonado el lugar, esta vez en su coche oficial, los vecinos han quedado en plena calle increpándose entre sí.
Aguirre ha visitado la comunidad de propietarios donde se ha instalado el ascensor número 1.000 gracias a las ayudas de la Comunidad de Madrid, que subvenciona el 70% del coste de la instalación con un máximo de 50.000 euros.
Así se ha mejorado la accesibilidad de casi 20.000 familias madrileñas, unos 50.000 ciudadanos en total.
Fuente: ABC